En este apartado, trataremos con los procesos inferenciales con una bajada más didáctica tanto para los docentes como para los estudiantes. Para ello, es importante revisar una pequeña clasificación de las inferencias y ejemplos para cada tipo.
Para comenzar, es necesario indicar que cuando se realizan procesos inferenciales en la lectura, un lector recurre a al menos tres fuentes de información. En primer lugar, la estructura y organización de la información textual; es decir, el texto mismo con el cual interactuamos al leer. En segundo lugar, el contenido proposicional de la información del texto; es decir, cuáles son las proposiciones existentes en el texto (micro- y macroproposiciones). En último lugar, los diversos tipos de conocimiento previo del lector, tanto en la relación con la información específicamente mencionada en el texto como con la de su conocimiento general.
Con todo, es factible hacer una clasificación básica que divide a las inferencias en dos tipos: diremos que existen inferencias de tipo fundamental u obligatorio, y existen inferencias optativas. Cada una tiene diferentes sub-tipos de inferencias que se detallan a continuación.
INFERENCIAS FUNDAMENTALES U OBLIGATORIAS
Este tipo de inferencias se han llamado también inferencias ‘relacionadoras’ o ‘puente’, ya que su naturaleza es de carácter conectivo en la construcción de una comprensión mínima de un texto escrito. Ellas deberían realizarse de manera casi automática por cualquier lector medianamente experto. Para efectos de hacer más fácil la comprensión de estas inferencias, en cada ejemplo se subrayará la parte en la que debe realizarse la inferencia.
a.- Inferencias correferenciales y algunos subtipos:
1.- Pronominalización: el lector debe ‘asignar’ un referente a un pronombre existente en el texto que está actuando en reemplazo de otro término. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El encargado de área no debió pagar por ellas anticipadamente”.
2.- Sustitución léxica: El lector debe identificar cuando se reemplaza un término con otro término o frase que signifique lo mismo anterior. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El encargado de área no debió pagar por estos productos anticipadamente”.
3.- Elisión de pronombre o sintagma nominal: marca en la inflexión verbal de género y número: Se omite o borra una parte (usualmente un sujeto) ya que el verbo nos ‘señala’ claramente quién debería ser el sujeto. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El encargado de área no debió pagar la cuenta antes de que […] fueran despachadas”.
b.- Inferencias causa-efecto. El lector debe deducir o concluir que una de las partes es causa – o efecto – de la otra. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El banquete debió suspenderse”. En este caso, debido a que las mercancías no llegaron, el banquete se suspendió, o, entendido desde otro punto de vista, el banquete se suspendió porque las mercancías no llegaron.
c.- Inferencias temporales: el lector debe deducir que hay una relación de tiempo entre una información y la otra. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron durante toda la mañana. El barco zarpó apresuradamente, una vez informada la carga incompleta”. Se debe deducir que el barco zarpó a una hora determinada, y que las mercancías no llegaban a esa misma hora.
d.- Inferencias espaciales: el lector debe deducir que hay una relación de espacio entre una información y otra. Por ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo a la horquilla de carga. El barco debió zarpar con la carga incompleta”. Se debe entender que el barco estaba en un lugar, la horquilla estaba en el mismo lugar, pero las mercancías no llegaron a ese lugar.
Inferencias Optativas
Existen algunas inferencias que no deben ejecutarse de modo obligatorio en el transcurso de la lectura, pero también cumplen una importante función en la comprensión profunda de un texto y en la lectura de tipo crítica o evaluativa. Estas inferencias son realmente importantes para desarrollar en los estudiantes una capacidad crítica y valorativa sobre lo que están leyendo y los contenidos de un texto escrito. “No obstante, se debe tener presente que no están estrictamente determinadas por la información textual y se presentan como altamente influidas por los conocimientos previos de los lectores, sus creencias y valores” (Parodi, 2005).
Por lo anterior, los docentes deben tener cuidado si utilizan este tipo de inferencias en la evaluación, ya que es muy posible que todas las conclusiones a las que lleguen sus alumnos sean acertadas, por lo cual su valor para determinar el logro específico de comprensión lectora es relativo. A continuación, se detallan los dos tipos de inferencias optativas:
a.- inferencias proyectivas o elaborativas: el lector debe utilizar la información del texto escrito y ‘proyectar’, más allá del texto mismo, una respuesta lógica o posible de lo que se le pregunta. Debe elaborar su respuesta, pero SIEMPRE con la información dada en el texto que se lee.
Ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El banquete debió suspenderse”
El docente puede querer que los estudiantes elaboren una inferencia con la siguiente pregunta: “¿De qué tipo era la carga faltante en el barco?”.
Como se puede ver, NO HAY UNA SOLA posibilidad para contestar esta pregunta, sin embargo, la respuesta sí debe incluir mercancías que tengan que ver con la realización de un banquete: comida, mesas, sillas, manteles, elementos de cocina, etc.
b.- inferencias valorativas o evaluativas: el lector debe emitir algún juicio de valor al realizar estas inferencias. Nuevamente, este juicio de valor debe nacer de la información y comprensión del texto leído.
Ejemplo: “Las mercancías no llegaron a tiempo. El encargado de área no debió pagar por ellas anticipadamente”.
Posible pregunta: “¿Es correcto pagar por mercancías que no han sido recibidas?”.
Ejemplo 2: “Las mercancías no llegaron durante toda la mañana. El barco zarpó apresuradamente, una vez informada la carga incompleta”.
Posible pregunta: “¿Fue acertada la partida del barco sin esta carga?”.
En ambos casos anteriores, la información no está en el texto, por lo que el lector debe hacer uso de mucho conocimiento previo, creencias sobre cómo funcionan ciertos procesos, valores, etc. Lo importante es que estas inferencias no podrían realizarse si no se hubiera leído este texto. Ellas, por decirlo así, no son posibles – o no existirían – para ningún otro texto.